Se expresa a menudo que la televisión es uno de los ejes centrales de la industria audiovisual, un instrumento de representación de nuestra realidad y, por ello, de los escenarios de distinto corte que viven las sociedades hoy en día.
Sin duda, la televisión es el medio que más ha sufrido esta evolución, lo vemos tanto en sus contenidos como en sus estructuras, formas, lenguajes y formatos. Con esto se debate la función social de la televisión y se disipan los límites entre información, educación, conocimiento y entretenimiento.
Consideramos que la televisión se ha transformado en un instrumento de conocimiento de la realidad social en la medida en que es constructora de realidad, de una realidad propia pero que, al mismo tiempo, nos informa sobre la realidad que se vive en su dimensión diaria de cómo vivimos.
Por ello, el aumento de canales, la técnica del zapping y las nuevas ubicaciones de aparatos televisivos que adoptan las familias en cada parte de su hogar como en la sala, la cocina, las habitaciones, así como en el exterior, el metro, estaciones de Metrobús, cines, centros comerciales, han favorecido un consumo diverso de medios y la aparición de un telespectador más exigente.
Con esas perspectivas se mantuvo la necesidad de que el 31 de agosto de 1999 se presentara por primera, a través de televisión de paga, el Canal del Congreso de la Unión, el cual se concibió como un medio de comunicación de carácter público, que dependería del Congreso de la Unión. Su objetivo sería detallar y divulgar la actividad legislativa y parlamentaria que día a día se desarrollara al interior de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.
Sin embargo, este miércoles 5 de agosto de 2015 inició formalmente sus transmisiones en señal abierta digital para el Valle de México a través del canal 45.1. Así llegará de manera gratuita a la mayor concentración poblacional de la Zona Metropolitana del Valle de México
El canal 45.1, tiene el enorme reto de mejorar, de adquirir nuevas audiencias, de formar nuevos contenidos y de acercar el trabajo de los legisladores con la sociedad. Con este paso se confirma el compromiso por el fomento de valores democráticos y la difusión del trabajo legislativo.
Asimismo, Blanca Lilia Ibarra, directora del Canal del Congreso, señaló que el canal representa un gran reto en el que se debe garantizar la prevalencia del medio rural, transparente, responsable y con contenidos abiertos al debate.
Mencionó que el canal no tiene ediciones de lo que ocurre en las sesiones, lo cual lo vuelve atractivo no sólo para los medios de comunicación y la clase política, sino también para la gente que toma decisiones y que le permitirá saber el qué y el por qué se elabora o rige una ley.
De acuerdo con la empresa Ibope, al inicio de sus transmisiones el Canal del Congreso era visto por personas de 50 a 65 años, de un nivel socioeconómico A, B y C+. Sin embargo, en su estudio más reciente señaló que el perfil ha cambiado y ahora su audiencia es de entre 24 y 40 años.
Esto nos revela que el canal ha alcanzado más público y su enorme reto es mantener cautiva a esa audiencia que hoy en día exige otra perspectiva de contenidos.
Hay que recalcar que la señal no podrá llegar a todo el país en esta primera fase; sin embargo, Ricardo Rocha, director del canal televisivo, subrayó que alcanzará todos los estados porque la televisión debe estar abierta al pensamiento, el debate y el conocimiento.
Sin duda hay que echarle una miradita al Canal del Congreso porque por ahí está pasando todo lo que acontece en el país y que claramente a nos atañe estar al tanto.
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