Hablemos de perros o de gatos - mascotas por demás comunes en la actualidad - cobra relevancia el acelerado crecimiento que alrededor de esta industria, se ha generado en la última década.
Personalmente siempre he sido amante de los perros. Recuerdo haber tenido mi primer mascota desde temprana edad - hace ya más de una treintena -. En aquella época, llegar a la veterinaria más cercana implicaba recorrer por lo menos unos 7 kilómetros desde casa. A ésta la visitábamos, únicamente un par de veces al año, para realizar la vacunación obligatoria, el baño y el corte de pelo. Del resto de los quehaceres, nos encargábamos directamente en casa.
Hoy en día la industria ha crecido considerablemente y más allá de las necesidades básicas de un animal, como serían la comida o las vacunas anuales, hoy es "normal" comprar ropa, juguetes y una lista innumerable de productos accesorios para los peludos.
Si vemos a fondo, lo anterior se registra como un fenómeno antropológico que obedece a los cambios económicos, sociales, y diría, hasta políticos - se ha vislumbrado la opción de obtener impuestos a través de la tenencia de una mascota - que se viven en la actualidad; y es que como en todo proceso evolutivo, la sociedad enfrenta decisiones de vida complejas que de alguna u otra forma, motivan para que por ejemplo muchas parejas decidamos optar por un "perrijo", en lugar de tener un hijo propio.
Y como si se tratase de un hijo, nuestros impulsos humanos más naturales, nos hacen sucumbir ante las delicias de las modas, en un intento por proyectar nuestras habilidades parentales más esenciales.
Por otra parte, familias con hijos también han desarrollado una conciencia más amplia sobre los beneficios que conlleva el tener un miembro peludo dentro de ellas, tomando en cuenta las bases de educar sobre cimientos de responsabilidad, cuidado y disciplina ,que implican el tener una mascota en casa.
Diversas cadenas y tiendas boutiques para perros y gatos, estancias-hoteles, escuelas, veterinarias, y todo tipo de establecimientos "pet-friendly", han abierto sus puertas para cubrir esta necesidad de los "padres o madres" de un peludo, haciendo de esta industria un negocio considerablemente rentable.
Lo cierto es que, mucho más allá de cualquier accesorio o marca que compremos para nuestras mascotas - incluso sobre el polémico debate entre la adopción o la compra de alguna determinada raza que este de moda y que "refleje" un determinado estatus - éstas se convierten sin lugar a dudas en parte integral de nuestras familias, ofreciéndonos amor incondicional, agradecimiento y una compañía que definitivamente nunca pasará de moda.
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