La aceptación de la televisión tradicional por parte de las nuevas generaciones vuelve a quedar entredicho, a tenor de los nuevos datos aportados por Nielsen.
Según su análisis, los jóvenes americanos de entre 18 y 24 años dedicaron menos de 22 horas semanales a ver la televisión durante el primer trimestre del año. Lo cual supone 95 minutos menos que en el mismo periodo del año anterior. Algo que en su momento supuso un descenso de 80 minutos respecto a 2012. En definitiva, estamos apreciando un receso del 7% anual en la demanda de contenido audiovisual a través de la televisión tradicional.
En no menos de 3 años, el consumo televisivo de estos jóvenes ha descendido nada menos que 4.5 horas, unos 40 minutos diarios.
Se trata de una disminución paulatina, pero que perjudica claramente a la televisión, dando lugar a un nuevo comportamiento por parte de este público objetivo, a la hora de consumir contenido audiovisual.
Las cifras son preocupantes, pero eso no evidencia una muerte trágica de la televisión. Todavía el consumo global supera al de cualquier otro dispositivo. Si bien es cierto que las nuevas tecnologías vienen pisando fuerte, pero conviene ser realistas. De hecho, incluso hay informes que muestran que el vídeo online podría actuar como un complemento de la televisión, mas que como un sustituto, tal como fue presentado un estudio en Marzo por la CEA (Consumer Electronics Asociations).
No conviene olvidar que la proliferación de los dispositivos móviles ha traído consigo un nuevo comportamiento por parte de los usuarios, que han pasado a ser multitarea, simultaneando el uso de sus pantallas inteligentes con el de la televisión.
El informe presentado este mes por Experian Marketing Services también nos habla de la convivencia de los mundos analógico y digital. Según sus conclusiones el hecho de que los jóvenes dediquen menos tiempo a la televisión, no implica necesariamente que se hayan olvidado de ésta. La televisión continúa teniendo un lugar privilegiado dentro de sus hábitos de consumo de contenido.
Así podemos concluir que los medios digitales no se van a comer a la televisión, sino que van a convivir en paz, adaptándose a los nuevos hábitos de consumo de contenido de los usuarios.
ConversionConversion EmoticonEmoticon